Las presentes 35 Lecturas Rítmicas para fagot están orientadas para ser interpretadas por fagotistas con un nivel técnico a partir de los últimos cursos de las Enseñanzas Elementales de Música y comprenden una serie de ejercicios diseñados para favorecer una lectura más rápida, fiel y precisa del texto musical creando en el intérprete mecanismos autónomos para el estudio de esta disciplina.
Entendemos que la lectura a primera vista se encuadra dentro de las rutinas que cualquier intérprete debe ejercitar con regularidad y que con su estudio optimizaremos nuestras capacidades lectoras conllevando un beneficio que trasladaremos a cualquier texto musical que se quiera abordar. Así los ejercicios pretenden capacitar al fagotista para acometer una lectura más comprensiva del fragmento propuesto y automatizar un procedimiento que posibilite una ejecución más exacta.
A continuación señalaremos una serie de aspectos que debemos atender a la hora de iniciarse en la práctica de los ejercicios:
– Debemos observar la clave y la tonalidad en las que está el ejercicio propuesto así como atender a las posibles alteraciones accidentales que puedan aparecer en el fragmento. Recordemos como sugerencia, repasar la escala de la tonalidad relacionada con el ejercicio para así contextualizarlo tonalmente.
– Será muy importante observar el compás inicial del fragmento, así como los posibles cambios de compás y equivalencias que pudieran surgir, para estructurar bien el texto musical.
– Debemos mostrar un rigor máximo con respecto al valor y proporción de las figuras rítmicas (de semicorchea a redonda) y sus respectivos silencios. Deberemos pues medir y repartir las notas y sus valores de forma estricta y con la proporción adecuada en los tiempos del compás.
– El Tempo que se nos proponga en el ejercicio determinará en muchos casos el carácter de la obra o fragmento. Deberemos atender pues tanto a las indicaciones iniciales como a las diferentes indicaciones que vayan surgiendo (rit, rall, accel..)
Es necesario mostrar fidelidad interpretativa y ser capaz de plasmar en nuestra interpretación del fragmento toda la información que se nos propone. Para ello debemos apreciar tanto las articulaciones y signos del fraseo (ligaduras, picados, picado-ligado, staccato, acentos,..) como a las diferentes indicaciones expresivas.
Joaquín Sancho Cotanda
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