Las 7 bagatelas fueron compuestas hace justo un año para ser tocadas para amigos y por amigos, por eso se las dediqué a mi gran amigo Gustavo Moreno y se las regalé para su cumpleaños. Cada pieza está escrita en un estilo diferente:
1. El preludio es normalmente una pequeña pieza que precede a otra de mayor envergadura y nos prepara para su escucha. Algo así como un aperitivo antes de comer. Como en este caso, para componer las 7 bagatelas me inspiré en momentos de mi vida cotidiana a lo largo de una semana (de ahí el número 7), el preludio evoca la mañana de un día tranquilo.
2. El tango hace referencia a las clases de tango que recibo cada martes y que disfruto tanto bailando.
3. En lluvia sobre el tejado podemos escuchar el repicar continuo del agua seguido de una nota repetida que imitaría el goteo de los canalones posterior a la lluvia.
4. Aquí rindo homenaje a uno de mis compositores predilectos del siglo XX. Podemos sentir su potente armonía basada en acordes por cuartas y un único tema omnipresente que es tratado de diversos modos.
5. El nocturno neoyorquino evoca por un lado la melancolía de un Chopin en alguno de sus fascinantes nocturnos, pero sometido a la óptica del jazz. De modo que oímos una melodía que posteriormente es variada como si se tratase de una improvisación.
6. Una nota repetida evoca la luz que emite un faro en la lejanía mientras nos encontramos perdidos en el mar.
7. En la Amenaza podemos percibir un peligro que acecha en la oscuridad, seguido de una persecución y culminando con la consumación del crimen.
Juan A. Zapata
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