Transcripción para marimba de la DANZA DE LA MOLINERA de EL SOMBRERO DE TRES PICOS de Manuel de Falla.
Según la mitología griega recogida por Plutarco, Teseo, de filiación divina, fue el rey fundador de Atenas. Tras su gesta en Creta, matando al Minotauro y liberando su polis del yugo minoico, regresó a Atenas, donde su barco se expuso como símbolo del esplendor ateniense. Con el paso de las décadas, el barco fue objeto de sucesivas restauraciones, hasta el punto de que en un determinado momento todas sus piezas habían sido reemplazadas. Los filósofos griegos tenían acalorados disensos tratando de dilucidar si ese barco continuaba siendo el mismo o no.
La paradoja de Teseo es una genial controversia sobre la ontología de la identidad, así como la contradicción entre cambio y permanencia. Parménides, padre de la metafísica, afirmaba la inmutabilidad del Ser como ente ingénito: El Ser es, y el No-ser no es. Ya que de haber movimiento sería del Ser hacia el No-ser, el Ser es inmóvil y el cambio mera ilusión. Frente a estas tautologías de Parménides, Heráclito preconizaba el flujo universal de los seres (Panta rei), negando la permanencia con su famoso aforismo “Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos”.
Aristóteles, en consonancia con su aserto de que la virtud está en el término medio, trata de conciliar estas visiones. El Ser no es unívoco como en Parménides, sino Acto y Potencia. Un niño es un ser en acto, y un hombre en potencia. El Ser en potencia es una forma de No-ser relativo, que le es tan propio a cada sustancia como su composición hilemórfica. Consecuentemente, existe cambio y permanencia, ya que modificaciones accidentales no alteran la esencia sustantiva del Ser. Además, Aristóteles distingue entre Causa formal (diseño del ente), Causa material (su materia), Causa final (su propósito) y Causa eficiente (método de construcción). Si el barco de Teseo conserva su diseño y finalidad, seguiría siendo el mismo pese a haber mudado su Causa material o Causa Eficiente.
La paradoja de Teseo es extensible a la restauración de edificios históricos, a nuestro propio cuerpo (las células se renuevan en su totalidad cada 7 años de media), al sustrato nacional sobre el que se yerguen distintos regímenes superestructurales cambiantes, etc.
Cuando se realiza una transcripción de una obra orquestal (más si cabe si esta posee la genialidad de Manuel de Falla) a la marimba, se opera constantemente con las contradicciones expuestas. Cuánto se debe cambiar una densidad textural, un ornamento melódico, un colorido timbre o unas voces intermedias, conservando la esencia de la obra, la permanencia del Ser. Delicadísimo proceso condicionado además por las grandes limitaciones polifónicas de la marimba. En definitiva, este arreglo de la Danza de la Molinera intenta ser un homenaje al formidable talento creador de Manuel de Falla, tratando de conservar su esencia y expresión a través de este singular instrumento de láminas.
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