Esta obra fue compuesta con motivo de la VIII edición del “Latón 2015” en el Conservatorio de Música de Cartagena. El “Latón” consistía en una serie de actividades dirigidas a los alumnos del centro que cursasen alguna de las especialidades de viento metal. Aquel año la temática fue la música contemporánea, y para tal evento se compusieron y estrenaron un gran número de obras de compositores de la zona y del momento, incluyendo esta marcha.
La obra fue pensada para ser tocada por niños de cursos elementales y, de hecho, fue estrenada por los alumnos de las diversas clases colectivas de grado elemental (niños que llevaban tocando el instrumento entre uno y cuatro años). Algunos aspectos en lo referente a la simplicidad de la partitura se entenderán si se considera esta circunstancia. Por ejemplo: tan sólo se refleja el matiz mf de manera general, ya que trabajar dinámicas para mí en aquel momento y con ese grupo no fue uno de los objetivos pedagógicos propuestos. En cambio, sí que contemplé aspectos como lo lúdico, el ritmo, la memoria o la puesta en escena, entre otros. En relación a esto último, diré que las trompetas entraron desfilando y más adelante se incorporaron las trompas a la escena.
Por otro lado, quise dotar a la obra en un sentido práctico, en el sentido de que las voces de cada instrumento se pudiesen doblar según las necesidades de cada agrupación. Otro aspecto más de este pragmatismo es el hecho de que el papel de los toms puede ser encomendado a alumnos que lleven poco tiempo tocando y hacerles a ellos también partícipes de la música junto a sus compañeros más avezados.
La Marcha de los Latones la compuse como una especie de himno dedicado a todos los músicos de viento metal, y en especial a aquellos que comienzan su andadura.
Juan A. Zapata
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