La pieza es un encargo de mi amigo y compañero Juan Pedro Torres, a quien va dedicada. Se trata de mi primera obra en la que el violonchelo es el protagonista. He intentado explorar algunos de los muchísimos recursos sonoros de este bello instrumento. Tal vez, una de las cualidades que más admiro del violonchelo es su capacidad para cantar melodías con una gran intensidad y carga emotiva. Aprovechando que Juan Pedro es un virtuoso del violonchelo he incluido una cadencia y algunos pasajes de lucimiento técnico del instrumento. Un recurso que también empleo es la recreación de una polifonía figurada mediante el empleo de saltos en intervalos amplios, así como arpegios con melodías ocultas. Otros recursos son la yuxtaposición de técnicas diferentes (arco y pizzicato, sul tasto, sul ponticello y normal…), armónicos artificiales, pizzicato bártok o pequeños elementos de percusión.
La armonía es modal en todo momento. La forma posee cierto carácter cíclico, ya que aparece al final una especie de recapitulación, sólo que ésta no es literal. Al igual que en la vida, encontramos eventos que se repiten, pero tras lo vivido éstos nunca vuelven a ser exactamente iguales. En cuanto al contenido de la obra, he tratado de plasmar la superación que todo ser humano ha de experimentar a lo largo de su vida en las situaciones cambiantes de la misma.
Juan A. Zapata
Valoraciones
No hay valoraciones aún.